Ojitos de chocolate
Cuando tienes niños pequeños, los ojitos de dulce se convierten en una herramienta importante para darle un toque divertido a cualquier alimento. Yo los uso casi todo el año, pero sé que en Halloween son súper útiles. Una opción económica, rica y fácil, son estos ojitos de chocolate. 
Muchas veces es difícil encontrar los famosos ojitos de dulce, y últimamente siento que son demasiado caros para la cantidad de ojos que incluye el paquete. Lo que me gusta de esta versión es que puedes utilizar ingredientes que a lo mejor ya tienes en tu casa, y en caso de que los tengas que comprar, seguramente los puedes usar después en otras recetas. Además, es súper adaptable porque puedes usar la cantidad de chocolate blanco que quieras. 
Para mi gusto, los dulces de ojito son demasiado duros. Sobre todo, para niños los niños que todavía no mastican cosas muy duras, o que están distraídos. Con los ojitos de chocolate no tienes ese problema porque quedan bastante suaves y se derriten. 
Lo bueno de hacer las cosas en casa es que siempre las puedes adaptar a tus gustos. Aquí fueron muy solicitados los ojitos dobles, y los triples fueron idea de mi hijo. También se me ocurre que, para hacerlos más diferentes, puedes agregar un poco de colorante (de preferencia natural) al chocolate blanco para darle un toque más halloweenesco. El paso a paso lo puedes ver en un vídeo en mi Instagram
- ⅓ taza chispas de chocolate blanco
- Mini chispas de chocolate amargo
- Bolsa de plástico
- Coloca las chispas de chocolate blanco en un recipiente resistente al calor. Lo puedes derretir a baño María colocando el recipiente sobre una olla con agua hirviendo a fuego lento, revolviendo constantemente, hasta que esté completamente derretido. También puedes derretirlo en el horno de microondas en intervalos de 20 segundos, hasta que esté suave. Lo mezclas fuera del microondas.
- Corta un pedazo muy pequeño de una orilla de una bolsa de plástico. Vacía el chocolate derretido y cierra la bolsa girando varias veces.
- Forra una charola o un plato con papel para hornear y con la duya forma círculos del tamaño que quieras. Coloca una chispa dentro de cada círculo. Repite el proceso hasta terminar con el chocolate derretido.
- Refrigera durante 15 minutos, o hasta firmes. Despega con cuidado del papel para hornear. Los puedes guardar en un recipiente hermético a temperatura ambiente (si no vives en un clima cálido) o en el refrigerador.
- ¡A disfrutar!
