Bollos Hawaianos
Los bollos hawaianos se volvieron virales hace un par de meses cuando llegaron a Costco. La verdad me tarde en probarlos porque no entendía cuál era la diferencia contra unos colchones Bimbo. Por fin los compré y entendí todo jajaja. Son súper suavecitos y esponjosos; y tienen ese sabor ligeramente dulce que hace que combinen perfecto con cosas saladas y dulces. Después de leer mil recetas, decidí probar hacerlos en casa. Me gusta recrear productos utilizando ingredientes de mejor calidad (muchas veces orgánicos), y sobre todo sin tantos conservadores. Además, es un tipo de reto lograr hacer algo desde cero y que al final te quede bastante parecido al producto comercial. ¿De dónde vienen y por qué son tan famoso los bollos hawaianos? Los inmigrantes portugueses que llegaron a Hawái, llevaron su famosa receta de pan portugués (pão doce), que es un pan ligero y dulce, y fue un éxito. Adaptándose a los recursos locales, cambiaron la azúcar tradicional por miel y jugo de piña. Este nuevo pan se volvió muy famoso en las islas hawaianas. La marca de bollos hawaianos que ahora se encuentra en todo el mundo (la de la bolsa naranja), se fundó en 1950 en la ciudad de Hilo en Hawái por Robert R. Taira. Lo mejor de los bollos hawaianos es que de verdad son súper fáciles de combinar. Los probamos en el desayuno con huevo revuelto, de lunch con crema de cacahuate y mermelada, y obvio solos también. Aunque es una receta tardada, les prometo que vale mucho la pena.
- 90 gramos mantequilla sin sal
- 1 taza + 1 cucharada jugo de piña
- ½ taza leche entera
- ⅓ taza miel
- 770 gramos harina para todo uso
- 1 cucharada levadura instantánea
- 2½ cucharaditas sal de Himalaya
- 1 huevo
- 2 cucharaditas vinagre de manzana
- 2 cucharaditas extracto de vainilla
- 2 cucharadas mantequilla sin sal, muy suave
- Engrasa un refractario rectangular de 33 x 23 cm y un tazón grande.
- En una olla pequeña coloca la mantequilla y calienta a fuego medio hasta derretir. Retira del fuego, agrega el jugo de piña, la leche entera y la miel, mezcla. Regresa a la estufa y calienta a fuego medio, moviendo ocasionalmente, hasta que registre en un termómetro 43°C (aproximadamente 5 minutos). La mezcla se va a ver cuajada, pero así está bien. Reserva.
- En una batidora, con el aditamento de gancho, mezcla hasta combinar la harina con la levadura y la sal. Lentamente añade la mezcla de piña seguida del huevo, vinagre y vainilla. Bate hasta formar una masa, 2 minutos aproximadamente. Aumenta a velocidad media y continúa batiendo hasta que la masa se vuelva elástica y se despegue de las orillas del tazón, 5-7 minutos.
- Enharina ligeramente una superficie y coloca la masa, dale forma de una bola. Transfiere al tazón previamente engrasado, cubre la masa con el aceite y tapa con papel plástico. Deja reposar hasta que doble su tamaño, de una a una hora y media.
- Cuando esté lista, presiona suavemente el centro de la masa para “poncharla”. Coloca la masa en una superficie enharinada y divide en tercios. Corta cada tercio en 6 piezas iguales. Forma cada pedazo en una bola, amasando hasta que la superficie quede bastante lisa.
- Acomoda las bolitas en el refractario, formando 3 columnas con 6 bolitas cada una. Tapa con papel plástico y deja levar nuevamente hasta que doblen su tamaño, 1 a 1½ hora. En los últimos 15-20 minutos, precalienta el horno a 190°C.
- Retira el plástico y hornea 25 minutos, rotando el refractario a la mitad para que todos queden bien dorados. Retira del horno y deja enfriar 10 minutos. Con mucho cuidado, y con ayuda de una espátula, retira los bollos y transfiere a una rejilla. Mientras están calientes, pincela con la mantequilla suavizada. Deja enfriar por completo 20 minutos.
- ¡A disfrutar!