Ensalada Caprese Mexicana
La ensalada Caprese tradicional es una receta bastante sencilla, compuesta de jitomate en rodajas, queso mozzarella fresco, hojas de albahaca y aceite de oliva. Esta versión, una ensalada caprese mexicana, lleva casi los mismos ingredientes excepto la albahaca; la cual es reemplazada por un pesto de chile poblano delicioso. Aunque no es una receta tradicional mexicana, sus colores son los mismos que utilizamos en las fiestas patrias, así que se me hace una receta ideal para esta época del año. La ensalada por tradición en esta época es la de nopalitos, y pienso que tener varias opciones siempre es una buena idea. Algo muy importante de esta receta es que el pesto de poblano hay que hacerlo un día antes para que el queso se pueda marinar durante toda la noche, y al momento de servir la ensalada, este impregnado con el sabor del pesto. Es una receta ideal para cuando tienes invitados porque para servirla, sólo necesitas cortar los tomates y agregar el queso. En las instrucciones de la receta, agregué un párrafo donde explico cómo aso los chiles poblanos. Muchas recetas mexicanas asumen que todos sabemos qué hacer con los chiles poblanos antes de cocinarlos, así que espero que esto sea útil para esta receta y para otras recetas mexicanas.
- 250 gramos queso mozzarella fresco, en rebanadas
- 4 jitomates saladet
- 1 chile poblano chico, asado y cortado en cubos
- 1 diente de ajo, pelado
- 1 cucharadita (5 gramos) chalota, picada
- ½ taza aceite de oliva extra virgen, y ¼ taza extra
- ¼ cucharadita + ⅛ cucharadita sal
- ¼ cucharadita pimienta negra
- Coloca el chile poblano directamente sobre los quemadores de la estufa, enciende la llama al máximo. Asa el chile poblano, volteándolo con unas pinzas, hasta que toda la piel esté de color negro. Transfiere inmediatamente a un recipiente de metal y tapa con papel plástico. Déjalo reposar hasta que se enfríe lo suficiente como para manipularlo. Con las manos (puedes usar guantes), retira toda la piel quemada. Puedes limpiarlo bajo el chorro del agua, pero pierde un poco de sabor. Córtalo por la mitad, quítale las semillas y pícalo en cubos.
- En el vaso de una licuadora coloca el chile poblano, el ajo, la chalota, ½ taza aceite de oliva, pimienta negra y sal. Licua. Detén la licuadora de vez en cuando y raspa los ingredientes hacia el fondo del vaso de la licuadora con una espátula de silicón. Cuando todos los ingredientes estén perfectamente mezclados, vierte el pesto en un recipiente hermético, agrega el ¼ de taza restante de aceite de oliva. Mezcla bien. Incorporar las rebanadas de queso mozzarella y asegúrate de que queden sumergidas. Déjalo marinar durante la noche.
- Corta los jitomates en rodajas gruesas, coloca en una charola cubierta con servitoallas. Espolvorea con sal. Deja reposar 30 minutos. Con otra servitoalla, retira el exceso de líquido de los jitomates. Acomoda las rebanadas de jitomate en un plato para servir. Encima de cada rebanada, agrega una rebanada de mozzarella y rocía con el pesto. Sazona a tu gusto.
- ¡A disfrutar!
- Si no encuentras chalota, puedes sustituir por cebolla morada.
- En esta ocasión utilicé mozzarella que ya viene en rebanadas, y encontré jitomate heirloom